La Panspermia, una teoría cada día más aceptada.

Fue Louis Pasteur (1822-1895), hacia mediados del siglo XIX, quien desterró definitivamente las “teorías abiogenistas”  que defendían la generación espontánea y establecía de una vez por todas la “biogénesis” como teoría fundamental para explicar el origen de la vida. En base a esto, la vida proviene de la vida, y no de materia inerte como proponía el abiogenista Jan Baptiste van Helmont (1577-1644) en su obra “Ortus Medicinae” (1667). Toda célula proviene de otra célula por división de la primera; sin embargo esta teoría dejaba sin respuesta la idea principal: ¿cuál fue el origen de la primera célula?, y aún más interesante ¿se originó esta primera célula en la Tierra o proviene del espacio exterior? Los últimos estudios revelan que la vida apareció en la Tierra hace unos 3.800-3.600 millones de años según estudios de rocas sedimentarias en Groenlandia y estromatolitos en Australia, y posteriormente se fue diversificando alcanzando una explosión de diversidad en el Cámbrico, hace unos 500 millones de años, como demuestra el paleontólogo Stephen Jay Gould (1941-2002) en su obra “La vida maravillosa” centrada en el estudio de los fósiles encontrados en 1909 en Burgess Shale (Canadá).

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Para responder a estas preguntas actualmente se proponen dos teorías. La primera, que sitúa el origen de la primera célula primitiva (LUCA) en la Tierra mediante un proceso de abiogénesis particular, que implicaría síntesis biótica, polimerización y evolución pre y protocelular, pero diferente a la generación espontánea expuesta anteriormente. O una segunda teoría basada en la Panspermia.

La Panspermia es una  teoría propuesta por el biólogo alemán Hermann Richter en 1865, que establece que la vida llegó a la Tierra por medio de meteoritos o cometas desde el espacio a la Tierra. Según esta teoría los cometas o asteroides serían portadores de moléculas orgánicas o incluso bacterias provenientes de otros cuerpos celestes, y actuarían como vectores fecundando planetas potencialmente habitables. Las últimas investigaciones realizadas por algunos de los investigadores más prestigiosos del mundo como Edward Steele o Chandra Wickramasinghe confirman no sólo esta teoría, sino que también proponen que a nuestro planeta podrían haber llegado organismos completos como podrían ser los cefalópodos (pulpos) mediante huevos fecundados criopreservados que habrían atravesado nuestra atmósfera. Por otra parte la explosión del cámbrico habría sido posible gracias a la entrada en la Tierra de retrovirus, que habrían originado mayor variedad genética a las especies preexistentes y causado esa diversidad de vida.

En base a esto todas nuestras teorías acerca del origen de la vida y la evolución deberían ser revisadas, estableciendo la panspermia como una teoría factible y considerando la existencia de una Biosfera intergaláctica que va sembrando vida y aportando diversidad, estableciéndose como principal fuente de variación genética por encima de las mutaciones y la recombinación sexual meiótica.  Citando a Pasteur: “Desgraciados los hombres que tienen todas las ideas claras”.